El ejemplo del buitre, el murciélago y la abeja, nos enseña a no quedarnos con la tristeza, la preocupación y el dolor, más bien debemos confiar y mirar con intención verdadera de salida positiva para encarar proyectos que puedan convertirse en realizaciones exitosas.
EL BUITRE
Si pones un buitre en un cajón que mida 2 metros x 2 metros y que esté
completamente abierto por la parte superior, esta ave, a pesar de su
habilidad para volar, será un prisionero absoluto. La razón es que el
buitre siempre comienza un vuelo desde el suelo con una carrera de 3 a
4 metros. Sin espacio para correr, como es su hábito, ni siquiera
intentará volar sino que quedará prisionero de por vida en una pequeña
cárcel sin techo…
EL MURCIÉLAGO
El murciélago ordinario que vuela por todos lados durante la noche es
una criatura sumamente hábil en el aire, pero no puede elevarse desde
un lugar a nivel del suelo.
Si se lo coloca en el suelo en un lugar plano, todo lo que puede hacer
es arrastrase indefenso y, sin duda dolorosamente, hasta que alcanza
algún sitio ligeramente elevado del cual se pueda lanzar a si mismo
hacia el aire. Entonces, inmediatamente despega para volar
LA ABEJA
La abeja al ser depositada en un recipiente abierto, permanecerá allí
hasta que muera, a menos que sea sacada de allí.
Nunca ve la posibilidad de escapar que existe por arriba de ella, sin
embargo persiste tratando de encontrar alguna forma de escape por los
laterales cercanos al fondo. Seguirá buscando una salida donde no
existe ninguna, hasta que completamente se destruye a sí misma.
TÚ Y YO
En muchas formas, somos como el buitre, el murciélago y la abeja.
Lidiamos con nuestros problemas y frustraciones, sin darnos cuenta que
todo lo que tenemos que hacer es ver hacia arriba.
Esa es la respuesta, la ruta de escape y la solución a cualquier problema.
Solo mira hacia arriba…
La tristeza mira hacia atrás…
La preocupación mira alrededor…
La depresión mira hacia abajo…
Pero la fe…
¡¡La fe siempre mira hacia arriba!!