Columna de opinión
No es la primera vez, tampoco creo que sea la última en que pusilánimes y escorias de la clase política rastrera Neoestronista local y otros, llamen a la radio a buscar censurarme.
En esta ocasión, tuve la incómoda experiencia de recibir la noticia de los directivos de Radio Nuevo Mundo, »a quienes agradezco la confianza y el respaldo depositado en mi trabajo periodístico». Que el miércoles 28 de noviembre de 2012, el Sr. Juan Carlos Torales (ANR), Padre de Blas Torales, Director de Cultura de la Municipalidad de San Lorenzo, se a comunicado con la intención de buscar censurarme, »es decir, que me calle y no critique mas el trabajo de su hijo’’.
El Sr. Juan Carlos Torales, sin lugar a dudas representa al grupo de represores de la libertad, alineado y firme al ideario estronista. En una clara función de satélite, con el objetivo de desviar la atención de los temas trascendentales que deberían ser objeto de debate.
El Sr. Juan Carlos Torales debe saber que en este país funciona la democracia, en consecuencia, debe respetar nuestra Carta Magna. Con la atención que se merece este individuo, le recomiendo una breve lectura del Artículo 26 de nuestra Constitución, que establece: »Se garantiza la libre expresión y la libertad de prensa, así como la difusión del pensamiento y de la opinión, sin censura alguna, sin más limitaciones». Y no aprovechar sus vínculos comerciales buscando presionar para censurarme.
Debería saber el Sr. Juan Carlos Torales, que las diferencias políticas, económicas, filosóficas y culturales, se discuten, se analizan, y gana el que presenta el mejor argumento, no al estilo estronista, censurando o en el peor de los casos, intentar resolver con violencia.
Resulta peligroso, preocupante y desmotivador, considerar la presencia de Blas Torales en la Dirección de Cultura, debido a la imagen de padre que transmite el Sr. Juan Carlos Torales, una figura intolerante, fundamentalista y agresora de los derechos humanos, la pregunta obligatoria ¿Qué ejemplo de vida transmite a su familia? En este caso su hijo, Blas Torales, quien tiene nada más y nada menos, la responsabilidad de instalar la política cultural de la comuna.
En efecto, es oportuno recordar la propuesta del Presidente de la Junta Municipal, Alcibíades Quiñones, ante la consulta sobre la paupérrima producción laboral de algunos directores, me decía, »que se estaría evaluando el rendimiento de los directores y realizar sugerencias de cambios si amerita el caso». Se impone desde todo punto de vista, revisar la idoneidad, la evolución del trabajo cultural, los resultados en la Dirección de Cultura.
El Intendente Albino Ferrer tiene la obligación de evaluar el trabajo cultural del Sr. Blas Torales, es impensable saber que tenemos un Director de Cultura que no responde a las necesidades culturales que deben ser gerenciadas por dicha dirección. Además, de una eventual tendencia fundamentalista que es expresada por el propio entorno y que amenaza con censurar.