Columna de opinión
Desde junio de este año (2012) se ha venido promocionando con mucha imprecisión la aplicación del estacionamiento controlado, sin previo estudio técnico acabado.
El Director de Planificación Carlos Iriarte en su momento anuncio a través diversos medios de comunicación, que la corporación, como primera medida estaría realizando trabajos previos como concientizar y educar sobre la importancia del estacionamiento controlado, además, decía el jueves 19 de julio del presente año, que, »el servicio se irá ajustando a medida que vaya pasando el tiempo».
Sin miedo alguno podemos manifestar que no se ha llevado a cabo ninguna campaña seria en cuestión.
La pregunta que me vengo formulando desde hace tiempo es, ¿De quién es? ¿Cómo ingreso a prestar servicios? ¿Cuándo empezó? ¿De dónde es? ¿Para qué?
Hasta hoy no se ha respondido con responsabilidad y claridad las dudas que arroja la Corporación GM, las interrogantes no solo tienen que ver con la legitimidad, también la aplicabilidad técnica y los resultados que se destacan a estas alturas.
Con total falta de transparencia es manejado, »nadie dice nada, tampoco responden». El Ejecutivo Municipal debería evitar los secretos y aclarar el estado jurídico y técnico de GM.
Pese a las criticas, la Corporación GM está obligado a demostrar gestos de formalidad explicando a la sociedad su plan de trabajo, que aparentemente no es otra cosa más de los improvisados amigos.
Este tipo de circunstancias nos invita a pensar cualquier cosa, desde un involuntario error institucional, hasta algún fato dirigido por algún politiquillo ignorante de cuarta, que no cuenta ni siquiera con el talento necesario para maquillar.
El Gobierno Municipal de Albino Ferrer ha pasado por diversas crisis políticas y jurídicas que han afectado su credibilidad e imagen. En este sentido tampoco el equipo político a demostrado inteligencia alguna en los distintos conflictos, un claro ejemplo es sin lugar a dudas los despidos que se han generado en los últimos tiempos, un asunto totalmente previsible.
Si este Gobierno desea mantener el respeto social, debe cambiar su línea política, optando por la transparencia y así empezar por aclarar el misterioso caso que envuelve a la Corporación GM.
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