En este 2011 se prevé la publicación de un libro que contendrá una lista detallada de los tipos de plantas medicinales que existen en el país; sus propiedades y las dosis recomendadas a ser consumidas. Actualmente se hallan registradas unas 200 especies, y unas 10 que cuentan con actividad clínica comprobada, afirmó la responsable de Registros de Fitofármacos.
La Dra Nélida Soria, encargada de Registros de Fitofármacos, de la Dirección Nacional de Vigilancia Sanitaria del MSP dijo al respecto, “Lo que se pretende con esto es conservar nuestra tradición, brindando a la gente información de lo que debe consumir y la cantidad permitida. No podemos mezclar todos los herbajes que se nos ocurre, como lo hacemos usualmente”, declaró
Indicó que la utilización indiscriminada de hierbas medicinales, principalmente las utilizadas en el mate o el tereré, o las que se ingieren en licuados o a modo de infusión, pueden acarrear reacciones adversas. “Lo más conveniente es consumir un solo remedio y no mezclar”, explicó la experta sanitaria. Señaló que toda hierba medicinal debe ser consumida por un espacio no mayor de tres meses y con intervalos.
Puntualizó que si bien es cierto que las hierbas no producen efectos drásticos como lo hace un medicamento, sin embargo, a largo plazo incurren en problemas acumulativos como las afecciones renales o hepáticas.
Las plantas medicinales o fitofármacos son sometidos a la comprobación de su eficacia y tolerancia mediante métodos de determinación de la medicina académica. La comprobación del efecto se realiza, esencialmente, a través de experimentos farmacológicos y la de eficacia por estudios clínicos o experiencias médicas.
“Estas plantas, aunque son una alternativa para el tratamiento de diversas afecciones, también pueden producir a la larga, efectos negativos si se consume de manera inapropiada. Lo que tenemos que saber es cómo usarlas y en qué cantidad para que no acarren consecuencias adversas al organismo”, manifestó Soria.
Según la Dirección Nacional de Vigilancia Sanitaria existen actualmente un total de diez plantas medicinales con actividad clínica comprobada, estas son:
1. Aloe (Aloe vera): ayuda a la cicatrización de heridas.
2. Ambay (Cecropia pachystachya): antitusivo, expectorante.
3. Hoja de guayaba (Psidium guajava): para combatir la faringitis
4. Cola de caballo (Equisetum giganteum, E. arvense): diurético
5. Falso boldo, boldo brasilero (Plectranthus barbatus): antiulceroso
6. Manzanilla (Matricaria recutita): interno para 006Ca dispepsia; externo: inflamación e irritación de las mucosas
7. Mburucuya (Passiflora edulis): tranquilizante
8. Estigma del maíz (Zea mays): diurético
9. Jaguarete ka’a (Baccharis trímera): digestivo
10. Para para’i Pyllanthus orbiculatus, P. niruri): diurético
El plan desde la Dirección Nacional de Vigilancia Sanitaria es trabajar en la concienciación de la población sobre los problemas que pueda acarrear el mal uso de estas plantas y de los fitofármacos (medicamentos que contienen como principio activo exclusivamente plantas o ingredientes vegetales) y al mismo tiempo, realizar una socialización de cuáles son las hierbas seguras para su ingesta. “No queremos que la gente deje de utilizar los productos naturales, sino que los usen con seguridad”, mencionó la encargada de Registros de Fitofármacos.
Para obtener mayor información, contactar con la Dra. Nélida Soria, al 204-715.
Informe: Verónica Méndez