Columna de opinión
En los últimos días me he puesto a discutir con varios amigos la cuestión de los cupos, «los leales movimentistas», uno de ellos me ah dicho, “que siempre eso se da en el ámbito Municipal, Gubernamental, que es algo normal y que nada se puede hacer al respecto”.
Sin ánimo de justificar este vicio, tampoco los cargos políticos sin principio alguno, guardando distancia a lo que atañe a la moral y la ética, además de las leyes, vale la pena realizar algunas valoraciones sobre este polémico problema en el ámbito local.
Con total despotismo y un claro instinto primitivo, muchos Concejales sacrifican su integridad en pos de un cupo que pudiera satisfacer sus demandas estructurales, precisamente no para dar soluciones institucionales. Si no más bien buscar compensar sus respectivos intereses, sin importar que tan mediocres sean en el cargo.
En un esfuerzo por tratar de entender los cupos, resulta comprensible que los señores Ediles deban ubicar a sus dirigentes, operadores, en direcciones y otras aéreas. Por la sencilla razón, que la función pública se ha prostituido y el manejo se ha compuesto por un sistema prebendario, ha esta ocasión, creo conveniente agregar algunas opiniones, ejemplos 1, “que es poco y nada lo que se puede hacer al respecto para cambiar esta realidad” 2, «aunque la ciudadanía podría modificar con participación, cívico –político».
Desde tiempos inmemoriales surgen anécdotas. Un Director de Transito que no maneja ningún tipo de vehículo, una Coordinadora de Escuelas Municipales que no sabe cuántas Escuelas Municipales tiene San Lorenzo y cuáles son sus respectivas situaciones, un Director de Cultura ¡El merito! ser socio de farra de un Concejal. Mirando al otro extremo del tema, ni citemos a las paquitas, en fin… Aclarando que cualquier semejanza con la actualidad, es mera coincidencia ¡Qué país generoso!
El Intendente de turno no hace otra cosa que someterse a los caprichos de quienes buscan imponer a alguna persona en el cargo, y se arrincona de su compromiso con la sociedad, sin importar la capacidad profesional, “basta que lleve el titulo de operador y listo”. Gracias a esas circunstancias, se han perdido valores muy importantes, profesionales destacados en sus áreas. Lo paradójico del caso es que “el correli” que pertenece al mismo signo político o movimiento, es marginado. El resultado de esta actuación, la más alta deficiencia en las tareas asignadas.
Hoy, el Intendente Albino Ferrer debe realizar una sacudida general sobre aquellos Ediles que buscan imponer personas inhábiles para el cargo.
Ferrer debe exigir el profesionalismo, la responsabilidad, como elementos ineludibles al tiempo de ubicar los pedidos políticos, asimismo, su equipo. Mínimamente criterios que puedan sostenerse en base a méritos y actitudes, reitero, con la salvedad señalada más arriba. El Gobierno de Albino Ferrer no puede seguir representada por inútiles, entonces, corresponde a Don Albino Nestor Ferrer Araujo, buscar mecanismos que superen las barrera oscurantista que atraviesa su entorno.
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