Columna de opinión
El pasado 30 de agosto los diputados decidieron posponer por quince días el tratamiento del crédito del Banco Interamericano de desarrollo (BID) de 125 millones de dólares para el proyecto Metrobús. Debido a la necesidad de mejorar su estudio, así como tener la propuesta de los transportistas que serán afectados por la iniciativa.
Unas de las ciudades más afectadas con este propósito es sin lugar a dudas San Lorenzo, entre ellas se destaca su principal centro comercial, “el Mercado”. Pese a la magnitud de dicho proyecto la comuna sanlorenzana no sienta postura sobre el polémico proyecto.
Es indiscutible la falta de interés demostrado por el Ejecutivo y Legislativo Municipal, en un asunto altamente sensible a la economía local. El miércoles 27 de agosto de 2012 señalaba por Radio Nuevo Mundo en entrevista el Concejal Nelson Peralta (ANR), sin consistencia alguna, que, “cualquiera sea el proyecto hay que aplicarlo, sea Metrobús u otro”. Este tipo de declaraciones demuestra la falta de seriedad de quienes tienen la obligación de estudiar, analizar, comprender los problemas, brindando respuestas efectivas, en este caso el Metrobús.
El mágico proyecto del Metrobús no es otra cosa más que un simple alucinógeno al problema del caótico tránsito y transporte urbano del departamento central. “Algo así como una alimentación a la ignorancia confiada en si para adivinarlo todo, tomando medidas superficiales, es igual a la numeración de patentes en chalecos y cascos, obligatorias desde el 1 de octubre para motociclistas, salomónica respuesta por cierto de la comuna asuncena y el Ministerio del Interior para bajar los niveles de delincuencia, y luego uno se pregunta ¿Para esto les votamos?”.
Para aprobar el proyecto Metrobús, primero los diputados y municipios afectados deben tener toda la información técnicamente sostenida, y no una infundada propuesta.
Son varias y conocidas las interrogantes que arroja el proyecto Metrobús. Entre ellas se destacan la improvisación absurda de mover inicialmente a diesel, sin embargo, a mitad de camino deciden cambiar a energía eléctrica, las dudas en el financiamiento de la obra ¡que tendrán una clara incidencia en las expropiaciones para uno de los carriles! las acciones judiciales con las correspondientes demandas de tiempo ¿cuánto es el monto a subsidiar el pasaje y hasta cuándo? la respuesta a la experiencia chilena al déficit fiscal que trajo consigo ¡donde hoy pretenden aplicar el mismo sistema subsidiario! los más de 25 semáforos a instalarse ¡que tendrán sus ya populares efectos negativos! las respuestas al caso de Colombia en Bogotá , el Transmilenio, no ha sido otra cosa en los últimos tiempos que un dolor de cabeza, problemas sociales, huelga, retraso por las filas en las estaciones en horas picos, insuficiente capacidad de vehículos para transportar pasajeros, etc.
Una de las falacias más importantes acompañada por municipalistas locales. Es que el Metrobús es el único camino para ordenar el microcentro y mercado sanlorenzano, no hay mentira más grande que la de sus narices, basta con que tengan la inteligencia y el carácter necesario para hacer cumplir las ordenanzas vigentes de la ciudad.
El gobierno local no puede seguir vacilante e indiferente al proyecto Metrobús. El Intendente Albino Ferrer y los doce concejales no deben aceptar el Metrobús hasta tanto se despejen las dudas, corresponde una postura determinante, rechazando el Metrobús y optar por un proyecto, realizable, más moderno e interesante a largo plazo.
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