Capilla Cué, chacra de los jesuitas, lugar del primer templo en honor a San Lorenzo Mártir y el nacimiento del pueblo de San Lorenzo del Campo Grande
En el año 1.698 un sacerdote Jesuita llamado Martin de Yegros, que vivía en la ciudad de Córdoba (Argentina) cedió en donación al Colegio Jesuítico de Asunción los bienes inmuebles de su propiedad en la Provincia. Entre estas propiedades se encontraba las tierras conocidas por ese entonces como Ñu Guazú o Campo Grande, también llamado en esas épocas tierras del Isatí, que por entonces estaba poblado por buena cantidad de aborígenes y encomenderos con sus familias.
Las tierras que fueron donadas a los jesuitas tenían como límites geográficos los actuales distritos de Luque (al Norte), Capiatá (al Este), San Lorenzo de la Frontera Ñemby (al Sur) y Asunción (al Oeste).
Según nos cuenta el Capitán Speratti en su libro (San Lorenzo, Antecedentes, origen y evolución histórica),cuando los Jesuitas vinieron a disponer de su nueva posesión de tierras, los encomenderos quienes ya se hicieron de familias en la zona, se sentían dueños de las parcelas ocupadas y se supone que habrían ofrecido resistencia en los primeros tiempos. No obstante, los religiosos contaban con todos los documentos legales que decían que la gran extensión de tierras les pertenecía.
LA PRIMERA CAPILLA EN HONOR A SAN LORENZO MARTIR
La ocupación de los jesuitas en la zona de Capilla Cué ocurrió en las primeras décadas del 1.700, ni bien llegaron empezaron a montar lo que sería la nueva comunidad cuyo principal trabajo era la mantención de una chacra, mas un poco de ganado. Como era costumbre en esas épocas construyeron una capilla lo que sería el centro mismo del poblado, y como patrón del lugar eligieron a San Lorenzo Mártir. El modesto lugar sagrado era usado para la realización de los actos religiosos y a la cristianización de los aborígenes del lugar.
CAPILLA MODESTA QUE NO TENIA NADA QUE VER CON LAS CONSTRUCCIONES DE OTRAS ZONAS A CARGO DE LOS JESUITAS
Según publicación del libro de Speratti, en el año 1.795, se realizó un inventario por orden del Cabildo Eclesiástico, que arrojó el siguiente resultado: “Primeramente, una iglesia compuesta de cinco lances interiores, de una sola nave, con las medias aguas en el pórtico y sacristía, con seis puertas tres de ellas con cerraduras, con la inteligencia de que una de estas cerraduras no tiene llave; una con argolla con candado y las demás con trancas de madera. Y la puerta colateral principal deshecha y maltratada, una de las cuales se mandó se renovara, a excepción de la puerta principal, que la han hecho nueva, todas con acciones”.
Lo cierto y lo concreto es que la primera capilla de San Lorenzo estaba en el barrio hoy conocido como Capilla Cue.